Emborrajados
Los americanos lo empezaron a hacer con plátano verde frito, relleno de cerdo, que en Cali se conoce como marranitas; en el Magdalena le dieron el nombre de callelle y de Dala, en Tumaco.
Pero con el paso del tiempo surgió el Jujú en Guapi (Cauca) y al pasar al Valle se le agregó la harina de trigo y huevo, y se vuelve a freír, relata el historiador y escritor Germán Patiño.
Precisamente en ese último punto, el chef del restaurante Pasión, Carlos Yanguas, dice que al aborrajado hay que abonarle tradición española. En esa cocina la mayoría de platos son apanados, refiere.
Bibliografía
- http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2558121
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